En Colombia, los ciudadanos pueden realizar cualquier actividad que no esté prohibida por la ley. Sin embargo, este principio se restringe drásticamente cuando hablamos de los servidores públicos, quienes únicamente pueden ejecutar aquello que la normativa les permite. Esta limitación responde a la necesidad de garantizar que su actuación esté plenamente alineada con el servicio del Estado y la comunidad. De este modo, no solo deben cumplir sus funciones de manera diligente y eficiente, sino también evitar cualquier abuso de su cargo.
El reto se intensifica cuando el servidor público tiene personal a su cargo. En estos casos, no solo está bajo la lupa su propia conducta, sino también la de sus subordinados, lo que genera un doble desafío: cumplir con las obligaciones de su cargo y garantizar que su equipo lo haga también. Entonces, ¿cómo pueden estos servidores públicos protegerse frente a los riesgos inherentes a su posición, especialmente cuando sus decisiones afectan a otros?
DISEÑAR UNA MATRIZ DE RIESGOS ES MÁS QUE UN REQUISITO NORMATIVO
El Estatuto Anticorrupción establece que las entidades públicas deben implementar un Mapa de Riesgos de Corrupción. Aunque esto pueda parecer una obligación más, en realidad es una herramienta esencial para identificar, mitigar y gestionar los riesgos asociados a la función pública. En un entorno tan complejo como el sector estatal, donde múltiples actores interactúan en diferentes niveles, un mapa de riesgos robusto permite identificar los comportamientos que podrían derivar en sanciones.
Sin una adecuada identificación de riesgos, es imposible anticipar los peligros que puedan surgir en la gestión pública. Por lo tanto, este ejercicio no debe limitarse a cumplir con requisitos normativos, sino que debe convertirse en un pilar central de la planeación estratégica de las entidades. Solo así se podrán prevenir situaciones que, de no ser controladas, podrían llevar a investigaciones o sanciones por parte de organismos como la Fiscalía, la Contraloría o la Procuraduría.
Un buen mapa de riesgos no solo identifica las amenazas, sino que va al fondo del problema: ¿por qué existe este riesgo? ¿Cuáles son las debilidades que podrían facilitar su materialización? Conocer las causas permite una intervención oportuna y efectiva. Además, es vital evaluar la probabilidad de que estos riesgos se conviertan en realidad, asignándoles una escala de relevancia que guíe las acciones preventivas o correctivas necesarias.
Sin embargo, no basta con identificar y clasificar riesgos. Los controles internos deben ser implementados de manera eficaz y replicarse en todos los niveles de la organización, tanto en la alta gerencia como en las áreas operativas. Solo así se podrá minimizar la exposición al peligro. Estos controles deben ser tanto preventivos, para evitar que el riesgo se materialice, como correctivos, para abordar situaciones una vez ocurridas.
En síntesis, en un escenario que involucra un control permanente y autónomo de los organismos de control, los servidores públicos no pueden darse el lujo de implementar políticas de papel. Un mapa de riesgos diseñado a la medida de cada entidad no solo mejora la operación y reduce los peligros, sino que también brinda una defensa sólida en caso de litigios futuros, que parecen inevitables en la función pública.
Para los servidores con personal a cargo, este ejercicio es aún más crucial. La implementación de matrices de riesgos robustas no solo protege a la entidad, sino que también los protege personalmente. Al final, el éxito en la gestión pública no solo depende de cumplir con las funciones asignadas, sino de anticiparse a los problemas antes de que estos se conviertan en una crisis. Y la mejor manera de hacerlo es mediante la prevención activa.
Cada cargo administrativo en el sector público presenta riesgos específicos que deben ser abordados de manera individualizada. Por eso, la creación de una matriz de riesgos no puede ser un proceso genérico. Si eres un servidor público con personal a cargo, o si tu entidad necesita diseñar un mapa de riesgos robusto, podemos ayudarte a desarrollar una estrategia a la medida de tus necesidades.
Contáctanos para asesorarte en la creación de una matriz de riesgos que se ajuste a las particularidades de tu cargo y entidad, asegurando que cumplas con tus responsabilidades y te protejas de sanciones en el futuro.